21 febrero, 2023

Cuaresma 2023

Mañana es miércoles de cenizas y empieza uno de los momentos más importantes de preparación para la Iglesia. En unas semanas volveremos a sumergirnos en el dolor de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y en su Resurrección gloriosa. Para llegar preparados, la Iglesia nos invita en estas próximas semanas a un tiempo cuaresmal en el que debemos tratar de esforzarnos más de lo ordinario en hacer sacrificios agradables a Dios, sobre todo rezar más y con más autenticidad, poniendo más corazón en lo que hacemos, aumentando los actos de caridad y, sobre todo, de mortificación. Porque el que no muere a sí mismo, no da fruto (Jn 12, 24-26). Seamos pues generosos en las obras que marcarán este tiempo cuaresmal, con oración, ayunos y limosnas. Actos de amor secretos que sólo Dios conozca, pero sobre todo que no sean una formalidad o un cumplir, sino expresión de un deseo de crecer en el amor a Dios, para que él venga a nuestra vida, la renueve y la transforme con su presencia.

Mañana, miércoles de cenizas, será un día en el que cualquiera podrá dejarse marcar por esta intención de mejorar en el amor a Dios y al prójimo. El significado de las cenizas es él de recordarnos que somos pecadores y que al ofender a Dios, necesitamos de su perdón, que es un amor y una gracia totalmente inmerecida que Él nos acerca gratuitamente, pero que no ha sido gratis, pues la pagó con su sangre divina. También nos permite manifestar ante los demás nuestro arrepentimiento, pedir a la Iglesia que interceda por nosotros y por nuestra conversión. Nos ayuda a comprometernos públicamente al cambio, frente a los demás y frente a nosotros mismos, y debe de ser un signo de nuestra disposición a recibir el perdón de Dios.

Es un día de ayuno y abstinencia y que, al igual que el Viernes Santo, a partir de los 14 años (y hasta los 59 años) el cristiano debe abstenerse de comer carne (eso incluye también jugos en los que se haya cocido la carne) y practicar ayuno (una sola comida fuerte al día y las otras dos muy frugales). Es importante recordar que la Iglesia nos invita a que todos los viernes del año sean días especialmente dedicados a la oración, la penitencia y la meditación. Y que, si bien las Conferencias Episcopales de cada país pueden determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad, en tiempo de Cuaresma no se puede dispensar de la abstinencia ni del ayuno el miércoles de ceniza y el Viernes Santo, ni de la abstinencia de los viernes de Cuaresma (Cfr. CDC 1249-1253).

Sin embargo, aunque la Iglesia dictamine este ayuno para la Cuaresma, desde AyunoXti vivimos ayunos semanales incluso más estrictos, siguiendo el insistente mensaje de la Virgen desde hace más de 200 años de practicar más ayuno y penitencia. Por este motivo os invitamos a intensificar nuestro ofrecimiento cada uno en la medida que pueda y considere oportuno, consultándolo con el director espiritual si es preciso. Que se vea en el cielo, que amamos a Dios y a María y que suplicamos con fuerza su intervención divina para nuestra conversión y la de todos los que viven lejos del amor de Dios, así como reparar el mal que genera un mundo cada vez más enfrentado a Dios.

Así que, al margen del ayuno a pan y agua de los miércoles, tratemos de añadir alguno más, como una renuncia a algún alimento, a algo innecesario (café, cigarrillos, caramelos, chocolate, donuts, el azúcar o la sal, etc.) o que no es propiamente bueno (uso de redes sociales, tiempo en lecturas superficiales, criticas a los demás, exceso de ocio, etc.).

Finalmente, recordar que uno de los motivos por los que se empieza la cuaresma un miércoles es porque, para cumplir con los 40 días de Cuaresma, es preciso sustituir los 4 días de los 4 domingos, a los que no se les puede aplicar la mortificación de la Cuaresma por ser días del Señor dedicados a la gloria y la alegría, por lo que, en lugar de empezar un domingo, se empieza un miércoles, añadiendo los 4 días del miércoles de cenizas hasta el sábado.

Que en esta Cuaresma 2023 seamos generosos y estemos motivados a crecer espiritualmente partiendo de la muerte a nosotros mismos con sacrificios destinados a atraer la gracia de Dios en nosotros y darnos vida espiritual.



30 septiembre, 2022

¿Necesitas que alguien te ayude a pedirle al cielo una gracia?

Si quieres que la comunidad de AyunoXti te acompañe en esa intención, escríbenos y cuéntanos tu petición. Rezaremos y ayunaremos cada miércoles de un mes entero para que tu voz llegue al cielo y pueda ser escuchada.

Deja tu petición aquí: 

https://www.ayunoporti.es/peticiones

27 febrero, 2022

Cuaresma 2022. Un camino de cruz junto a María

Estimados ayunadores,

Llega el tiempo de Cuaresma de este 2022, un año lleno de dolor, sufrimiento, preocupaciones, guerras preocupantes que se suman a la tensión dejada por la pandemia. Parece que todo empeora y sabemos que esto se debe a que el hombre sigue sin aceptar a Dios como Padre, sigue haciendo las cosas a su manera, sigue alrededor de su propio egoísmo. Sin embargo, tenemos que recordar que son unos pocos los que imponen el mal y que somos muchos que podemos oponernos a ese mal haciendo el bien. Éste es el sentido de la cruz cristiana y también de la corredención. Participamos con nuestros sufrimientos, impuestos y voluntarios, para llevar adelante la deuda de todo el mundo. El ayuno y el santo rosario son las herramientas más potentes para acompañar una vida sacramental y enamorada de Dios que imploran a Dios intervenir con misericordia y gracia.

Desde AyunoXti os invitamos a seguir con el ayuno de los miércoles y, como en cada Cuaresma, a proponeros algún sacrificio más que pueda ayudarnos en nuestro camino de conversión y ascesis, pero también que incremente nuestro amor al Padre en el camino del ofrecimiento voluntario.

Ayuno
Os invitamos a reuniros en pequeños grupos para rezar el rosario, ser ese pequeño ejército de María del que ya profetizó san María Grignion de Montfort, ese resto fiel que se une a María en su trabajo de preparar a la humanidad para la venida de su Hijo Jesús. Desde Fátima a Medjugorje, desde la Salette a Akita, nuestra madre sigue avisándonos de que tenemos que centrarnos en la oración, el ayuno y la penitencia.

Si Dios decidió que María fuera asunta al cielo no fue simplemente por una cuestión de referencia o delicadeza hacia la madre escogida y preparada desde la eternidad para dar a luz a su Hijo, cuidarle, educarle y acompañarle, sino también porque Dios tenía un propósito especial para ella. María no fue simplemente a contemplar la gloria de Dios con honores, si no para trabajar en la corredención y la intercesión a pleno rendimiento. Y si ella nos propone este camino y se hace presente en la tierra para recordarnos lo importante del mensaje de su Hijo, es porque es importante y merece la pena seguir ese camino. María no viene por su cuenta, sino que es enviada por el Padre, así que trae, en realidad, la voluntad del Padre.

Que el ayuno de esta Cuaresma y los esfuerzos que nos propongamos vivir sean proporcionales al amor que le tenemos al Señor y a nuestra madre; que reflejen la fe que tenemos al pedir por la paz en el mundo y su conversión, que es lo más importante ahora mismo.

Vivamos esta Cuaresma con sencillez y humildad, con el rosario en mano, rezándolo en familia y con confianza. Hagamos ayunos y penitencia, recemos sin criticar y rezando especialmente por los sacerdotes. Vayamos con más frecuencia a los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía, leamos la palabra de Dios con frecuencia y meditémosla, visitando al Santísimo Sacramento del altar y poniendo a Dios en el primer puesto de cada día y de cada acción, siendo testigos de su amor silencioso, pero potente.

Gracias por pertenecer a esta comunidad de ayunadores que trata de poner su granito de arena para la conversión del mundo y que trata de caminar juntos y de la mano de María hacia el corazón de Jesús.


Por terminar, pediros que nos ayudéis a que la invitación al rosario que promovemos por Facebook y por WhatsApp llegue a muchas personas. Nuestra única intención es que sean más los que se acerquen al rezo del Santo Rosario, por lo menos una vez a la semana, y dar a conocer AyunoXti para que se puedan solicitar peticiones. Pero necesitamos que compartáis con algunos amigos estas propuestas, de lo contrario todo el esfuerzo quedará entre los que ya conocéis AyunoXti.

Os deseamos una santa Cuaresma y que el Señor os bendiga y habite en todos nosotros.

AyunoXti

2022

27 febrero, 2020

Cuaresma, camino privilegiado de ascesis cristiana


Con el reciente miércoles de cenizas de este año 2020 hemos empezado una nueva Cuaresma, y casi todos sabemos, o deberíamos saber, que es un tiempo de 40 días en los que nos preparamos para vivir bien la Semana Santa y contemplar con el mayor agradecimiento la Pasión de Jesucristo. Es un camino de preparación en el que los viernes estamos llamados a la abstinencia de la carne y a vivir un día de recogimiento y oración. Propiamente la Iglesia nos propone un ayuno el miércoles de cenizas y otro en el viernes Santo. El gran riesgo es pensar que cumplir con el ayuno del miércoles de cenizas y el viernes santo, así como la abstinencia de los viernes, es suficiente o que incluso sea para nota. Técnicamente es cierto, pero la Iglesia no reduce a esa práctica penitencial, sino que parte de ella como un mínimo.

El ayuno es indispensable para la ascesis personal que es ese esfuerzo humano que ponemos para responder a la gracia de Dios y es el medio por el cual el hombre purifica su vida para que en ella se desarrolle en plenitud la vida divina. Este esfuerzo es dirigido por el Espíritu Santo, quien pretende orientarnos a Dios eliminando todo lo que estorba para esa santidad que ya está contenida en el cristiano desde su bautismo.

Por la ascesis fortalecemos nuestro caminar con Jesús y con su mismo espíritu, algo que se concreta de forma esencial en la penitencia. Como dice el Catecismo: "Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús es el camino más seguro de la penitencia" (n. 1435).

San Juan Pablo II, en Reconciliación y Penitencia, describe la penitencia como aquello que ayuda a que el Evangelio pase de la mente al corazón y del corazón a la vida, es decir, la penitencia permite vivir realmente el Evangelio y a despojarse del hombre viejo, para revestirse del nuevo (Ef 4, 23).

El ayuno y la penitencia actúan como una fuerza reguladora sobre nuestras pasiones y deseos, los cuales, dejados en libertad, pueden llegar a destruirnos por completo. Tanto el ayuno como la penitencia suponen una renuncia, por lo que será imposible sin la ayuda de la cruz y del Espíritu Santo. No se trata de un estoicismo que destruye o maltrata el cuerpo, sino de una herramienta espiritual que regula y reordena nuestra interioridad, volviendo nuestra mirada a la misericordia de Dios, quien nos ama a pesar de nuestras miserias. Porque lo que somos, lo somos por su amor.

El ayuno nos devuelve la autoridad sobre nuestros deseos, enseñándonos a renunciar lo que es muy atractivo, virtud necesaria para resistir a las presiones consumistas del este mundo. Nos enseña a obrar por la voluntad desde el amor a Dios y no desde la vida fácil de los apetitos.

El ayuno, desde la vida espiritual, nos ayuda en dos áreas de nuestra vida. Por un lado, es la forma como la voluntad se entrena con la renuncia a cosas buenas, para en su momento poder rechazar las malas. Por otro lado, ejerce una acción misteriosa, que permite al alma abrirse de una manera particular a la gracia y a la presencia de Dios.

El ayuno a pan y agua, acompañado de una oración constante durante el día de ayuno, nos abre de una manera misteriosa a la presencia de Dios, como si el hambre corporal se fuera convirtiendo en hambre de Dios.

Pero atención: sin oración el ayuno corre el riesgo de convertirse en una dieta estéril para nuestra vida espiritual. Por eso es de especial importancia bendecir el día por la mañana, procurar comulgar y rezar el rosario durante el día, dar gracias en las comidas acordándonos de las intenciones por las que ayunamos, pararse con el ángelus de un modo especial, tratar de recordar una jaculatoria o una frase leída en el Evangelio, acordarnos de la hora de la misericordia (las 15:00h) y pararnos, aunque sea por un minuto, en la contemplación del momento de la Cruz de nuestro Señor, bendecir a los hijos antes de acostarnos, leerles el Evangelio y rezar con ellos. La oración es el carburante del ayuno y lo que permite que el ayuno despierte en nosotros esa alegría y esa paz que se sobrepone al malestar causado por el sacrificio, el hambre, la renuncia, etc.

A veces un pequeño esfuerzo de nuestra parte corresponde a una gracia inmensa de Dios, y viceversa, un gran esfuerzo humano puede concluir en pocos resultados espirituales. Dios sabe cómo, y en qué momento darnos las gracias. De lo que sí podemos estar seguros, es que al iniciarnos en el ayuno nos abriremos a la santidad y nuestra vida cambiará RADICALMENTE, mientras que al mantenernos en los límites de la comodidad o del cumplimiento mínimo, estancamos nuestra ascesis e incluso podemos promover un decaimiento espiritual. Por eso la Virgen María pide en todas sus apariciones y mensajes una vida (no unos días) de ofrecimiento, con sacrificios por amor, con ayuno y el rezo diario del rosario.

El ayuno es el camino a la perfección cristiana. Que esta Cuaresma sea una ocasión de iniciarnos al ayuno que eleva el alma y busca la perfección en el amor por la gratitud que experimentamos al sabernos amados por un Dios que todo nos lo ha dado, y nos los sigue dando, sin pedir nada a cambio. Seguimos en un tiempo de misericordia, aprovechémoslo.

Paz y bien.

AyunoXti


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01 febrero, 2020

Circular sobre las peticiones

Estimados ayunadores y amigos de AyunoXti,


     Con esta excepcional circular, nos gustaría matizar algunos aspectos acerca de las peticiones.
Las peticiones son atendidas en orden de llegada por medio del formulario y son clasificadas por prioridad. Es muy frecuente encontrar peticiones que no están bien formuladas o que se repiten cada mes.
En cuanto a lo primero, hay que decir que AyunoXti está dirigido a esas peticiones de especial complejidad, en la que ya no podemos hacer mucho más que rezar, ayunar y abandonarnos a la Providencia o a la voluntad del Señor. Es muy difícil juzgar las peticiones en general, por lo que os pedimos que sean muy concretas y claras, y que no sean preocupaciones generales de carácter ordinario (ej. “Por Pepe y su trabajo”, “por la salud de Laura” o “por mis intenciones”). La adolescencia, el matrimonio, el trabajo, los estudios, etc. son realidades que van siempre acompañadas de muchas dificultades que entran en lo propio de cada realidad. En estos casos hay que rezar, dejarse aconsejar, formarse bien, y sobre todo buscar la voluntad de Dios por encima de la nuestra, que se dirige normalmente a rehuir de los problemas o las dificultades.
Es legítimo pedir a Dios que nos quite una cruz (lo hizo incluso nuestro Señor en el huerto de Getsemaní), pero no exigírselo, puesto que de lo contrario no estaríamos mostrando nuestra disposición a cumplir primeramente Su voluntad. A veces nos empeñamos en pedirle a Dios lo que queremos y nos olvidamos de buscar lo que él nos tiene preparado, de modo que al final perdemos las dos cosas.

En segundo lugar, cada mes podemos tener presente en nuestro ayuno unas cuantas intenciones, pero no podemos proponer 50 peticiones, pues no tendríamos a ninguna realmente en el corazón durante el ayuno y la oración de cada miércoles. Por eso es importante no pedir oraciones repetidamente y tener paciencia a que podamos ponerlas en oración. Elegir las peticiones es una tarea sumamente delicada y desechar alguna es más complicado aún. Esperamos que se entienda.

También recordar que revisamos el correo cuando preparamos el siguiente mes por lo que a veces podemos tardar un poco en contestar, pero lo haremos.

Finalmente, decir que cuando tenemos una petición importante en nuestras intenciones el ayuno y la oración nuestra es la más importante. Pedirnos ayunar a los ayunadores de AyunoXti cuando los interesados no quieren poner lo suyo, es algo que no entra en la pedagogía de Dios. Podremos rezar todo el año, pero cada dolor, cada dificultad, es siempre una prueba también, un peldaño de la cruz de Cristo que debemos subir, una ocasión de mostrar nuestra fe o de fortalecerla. Muchísimas veces Dios se aprovechas de nuestros sufrimientos para que nos encontremos mejor con él. Por otro lado hay peticiones que tienen que ver con la libertad de otros. Son las más difíciles incluso para Dios ya que Él mismo no puede violentar la libertad de los demás que deciden ir por caminos equivocados. Ante el rechazo de alguien, debemos considerar la posibilidad de que esa situación se mantenga. Nuestro amor y ofrecimiento puede llegar conseguir mucho si es puro, pero a veces nos debemos a un dolor que será nuestra cruz hasta el final. Por poner un ejemplo, una esposa que pierde a su esposo porque decide irse con otra mujer, es un dolor muy grande y para nosotros es una prioridad enorme. Pero ni siquiera Dios puede violentar a alguien para que se decida por el amor. A veces es cuestión de aceptar la cruz y conseguir el descanso e incluso la felicidad en esa aceptación y no tanto en que el sufrimiento sea milagrosamente eliminado.
Es una tema complejo lleno de misterio, cierto. Sabemos que Dios es todopoderoso y por eso pedimos los milagros. Sin embargo, a veces hay que saber cuándo una cruz no nos la encontramos sin más, sino que nos la ofrece el Señor para mostrarnos su amor a través de ella. Puede ser una enfermedad nuestra o de otro, una soledad, el rechazo de alguien amado…
Seamos testigos de la alegría del Señor y de su promesa de vida eterna, sin dejarnos vencer por el miedo, el dolor o las dificultades. Que sepamos siempre permanecer al pie de la cruz junto a María, con esperanza, firmeza y con alegría a pesar del dolor.

Que el Señor y la Santísima Virgen María os bendiga a todos.

Paz y bien,

AyunoXti

30 diciembre, 2019

Mensaje Navidad 2019

Queridos ayunadores,

   Con esta breve circular, aunque algo en retardo, sólo queremos desearos a todos una santa y feliz Navidad, además de un feliz y santo 2020.

En la octava de Navidad, al igual que en la octava de Pascua, no realizamos el ayuno ya que es tiempo de alegría y gozo. Estas octavas son una prolongación de un día tan importante que la Iglesia lo celebra como si fueran 7 domingos seguidos.

Pero les invitamos a que Jesús sea el centro de estas fiestas, cuidando mucho a que el mundo no entre con sus excesos, con esos móviles que están al centro de nuestra atención más de lo que deberían o incluso con ese afán de que todo (comidas, viajes, petardos, invitados, amigos, etc.) sea perfecto.

Tratemos de iniciar siempre las cenas y comidas con una sincera y pensada oración, para que el Señor se complazca de ser el invitado de honor y no uno más de la mesa. Pidámosle sinceramente que bendiga nuestros hogares, nuestras familias y pongámonos a sus pies con algún rosario en familia.

Recordemos a aquellos que ya no están, aquellos que sufren en estos días o que simplemente están solos. Y tratemos de asegurar que nuestros sacerdotes no pasen solos estos momentos y fiestas, que siempre se sientan arropados por nuestro calor y agradecimiento.

Vienen tiempos cada vez más difíciles para España y para muchos lugares del mundo. Al demonio le queda cada vez menos tiempo y da sus coletazos que Dios usa para nuestra purificación. Que cada día estemos atentos de agradar al Señor, realizando actos de amor en todo lo que hacemos, sean cosas grandes o sencillas. Porque lo que hace importante algo, es el amor que se le pone, pues es lo único que importa y lo único que permanece.

No es lo que nos gusta, nos apetece o lo que entendamos lo que importa ante Dios, sino la consciente obediencia humilde y sincera, el abandonarnos a la Santísima Voluntad del Padre.

Y nadie alcanza esa entrega sin la oración que nos permite acercarnos al misterio de lo divino en lo humano. Una oración de amor que cuesta cada día y que nos duele poner en marcha. Por eso el ayuno es tan bueno, porque nos recuerda la poca cosa que somos, nuestra debilidad ante un sencillo café, un poco de aceite o un trozo de queso. En el ayuno probamos nuestra real disponibilidad a ir en contra de lo que nos apetece, lo que nos "llama" e incluso de lo que necesitamos, para hacerle un hueco a ese Dios que quiere nacer en nosotros para transformarnos en el silencio de su nacimiento en nuestro interior. Porque es Él quien nos da la fuerza de mirar con amor, de esperar con paciencia, de agradecer con discreción, de disculparnos con prontitud y sinceridad. 

Que estas Navidades el Señor pueda nacer en nosotros, para que seamos testigos luminosos de las maravillas que Él puede hacer en quienes le aceptan en silencio y humildad, pero dejándole a Él ser el protagonista de cada momento.

Que tengáis todos un año nuevo lleno de la ilusión de cambiar cada día a mejor, por amor a Él, quien tocó la tierra para que nosotros pudiéramos tocar el cielo.

Dios os bendiga,

AyunoXti










04 marzo, 2019

Mensaje Cuaresma 2019 - AyunoXti

Este próximo 6 de marzo de 2019 empezaremos la Cuaresma.

Como todos los años os queremos invitar a aprovechar este tiempo no tanto como un tiempo de sacrificios y propósitos temporales, sino más bien como un tiempo de esfuerzo para incorporar nuevos hábitos que nos ayuden a poner nuestro corazón cada día más en el Señor.

Un buen cristiano e hijo de Dios no debe de entender la Cuaresma como un tiempo de sacrificio puntual, sino un momento de purificación especial en el que empieza a vivir con mayor fuerza y propósito, pero con la intención de proseguir. Así cada año seremos más santos y estaremos viviendo más y mejor el Cielo en la tierra.

Dios no necesita de nuestra aportación, somos nosotros quienes necesitamos "aportar" para ser más como él. Queremos seguir su camino y ése es un camino de cruz, cuya gloria está misteriosamente detrás del sufrimiento y la entrega por amor. Nuestra alegría está en el Señor y queremos vivir con él, y como él, cada momento, no cumplir con algo o durante un tiempo.

No nos quedemos con darle a Dios lo que la Iglesia nos propone como un mínimo. Porque quien estudia para aprobar, se arriesga a suspender, quien estudia para el 10, a veces no lo logrará. Dios quiere al estudiante que estudia todo lo posible por amor. Ese estudio da mucho fruto porque será el Señor quien complete siempre todo lo que falte. Es una matrícula de honor asegurada.

Así que aprovechemos este tiempo cuaresmal para iniciarnos al ayuno si no ayunamos, a mejorarlo si lo tenemos débil o a duplicarlo si es posible. Quien ayune un poco, que ayune más; quien ayune de forma irregular, que lo regularice; quien ayune un día, ayune también el viernes; quien ayune dos días, que ayune de lo que no es comida y que tanto nos sobra. Quien no pueda ayunar de comida que ayune de hablar, pues el silencio es nuestro segundo pan; quien ayune ya de palabras, que hable bien de aquello que más le cueste o aumente su oración.

Llevemos el bien donde hay maldad, silencio donde hay críticas, amor donde se están odiando. Pero mientras no nos duela, sigamos incrementando nuestra entrega a Dios en el ejemplo de su cruz. Como María, nuestra gran madre, al pie de la cruz e imitándole en la obediencia, el silencio, la entrega y la humildad. Así estaremos atentos y orantes, esperando el regreso de Nuestro Señor Jesús.

Seamos generosos ofreciendo nuestra vida y estemos unidos en el ayuno, en el rosario de los miércoles y en dar a conocer el poder de vivir para Cristo.

Que Dios os bendiga mucho y os conceda la alegría y la paz de vivir como él, identificándoos con su mismo Corazón, siempre abrazado por su Madre.

Que esta Cuaresma salgamos renovados a la Resurrección de la Pascua y seamos cada vez más hombres y mujeres pertenecientes al Espíritu de Dios, el mismo que nos trasformará al final de los tiempos y que ya pide paso para empezar esa transformación.

Paz y bien.

AyunoXti

PD. Os dejamos el enlace al mensaje del Papa Francisco para esta Pascua con un resumen muy sencillo de sus 15 puntos esenciales:


1. Saluda (siempre y en todo lugar).
2. Da las gracias (aunque no "debas" hacerlo).
3. Recuérdarle a los demás cuánto los amas.
4. Saluda con alegría a esas personas que ves a diario.
5. Escucha la historia del otro, sin prejuicios, con amor.
6. Detente para ayudar. Estate atento a quien te necesite.
7. Levántale los ánimos a alguien.
8. Celebra las cualidades o éxitos de otro.
9. Selecciona lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita.
10. Ayuda cuando se necesite para que otro descanse.
11. Corrige con amor, pero no callar por miedo.
12. Ten buenos detalles con los que están cerca de ti.
13. Limpia lo que usas en casa.
14. Ayuda a los demás a superar obstáculos.
15. Llama por teléfono a tus padres, si tienes la fortuna de tenerlos.

Y además:
  • Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas.
  • Ayuna de descontentos y llénate de gratitud.
  • Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia.
  • Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo.
  • Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios.
  • Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida.
  • Ayuna de presiones y llénate de oración.
  • Ayuna de tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón.
  • Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás.
  • Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación.
  • Ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros.