30 diciembre, 2019

Mensaje Navidad 2019

Queridos ayunadores,

   Con esta breve circular, aunque algo en retardo, sólo queremos desearos a todos una santa y feliz Navidad, además de un feliz y santo 2020.

En la octava de Navidad, al igual que en la octava de Pascua, no realizamos el ayuno ya que es tiempo de alegría y gozo. Estas octavas son una prolongación de un día tan importante que la Iglesia lo celebra como si fueran 7 domingos seguidos.

Pero les invitamos a que Jesús sea el centro de estas fiestas, cuidando mucho a que el mundo no entre con sus excesos, con esos móviles que están al centro de nuestra atención más de lo que deberían o incluso con ese afán de que todo (comidas, viajes, petardos, invitados, amigos, etc.) sea perfecto.

Tratemos de iniciar siempre las cenas y comidas con una sincera y pensada oración, para que el Señor se complazca de ser el invitado de honor y no uno más de la mesa. Pidámosle sinceramente que bendiga nuestros hogares, nuestras familias y pongámonos a sus pies con algún rosario en familia.

Recordemos a aquellos que ya no están, aquellos que sufren en estos días o que simplemente están solos. Y tratemos de asegurar que nuestros sacerdotes no pasen solos estos momentos y fiestas, que siempre se sientan arropados por nuestro calor y agradecimiento.

Vienen tiempos cada vez más difíciles para España y para muchos lugares del mundo. Al demonio le queda cada vez menos tiempo y da sus coletazos que Dios usa para nuestra purificación. Que cada día estemos atentos de agradar al Señor, realizando actos de amor en todo lo que hacemos, sean cosas grandes o sencillas. Porque lo que hace importante algo, es el amor que se le pone, pues es lo único que importa y lo único que permanece.

No es lo que nos gusta, nos apetece o lo que entendamos lo que importa ante Dios, sino la consciente obediencia humilde y sincera, el abandonarnos a la Santísima Voluntad del Padre.

Y nadie alcanza esa entrega sin la oración que nos permite acercarnos al misterio de lo divino en lo humano. Una oración de amor que cuesta cada día y que nos duele poner en marcha. Por eso el ayuno es tan bueno, porque nos recuerda la poca cosa que somos, nuestra debilidad ante un sencillo café, un poco de aceite o un trozo de queso. En el ayuno probamos nuestra real disponibilidad a ir en contra de lo que nos apetece, lo que nos "llama" e incluso de lo que necesitamos, para hacerle un hueco a ese Dios que quiere nacer en nosotros para transformarnos en el silencio de su nacimiento en nuestro interior. Porque es Él quien nos da la fuerza de mirar con amor, de esperar con paciencia, de agradecer con discreción, de disculparnos con prontitud y sinceridad. 

Que estas Navidades el Señor pueda nacer en nosotros, para que seamos testigos luminosos de las maravillas que Él puede hacer en quienes le aceptan en silencio y humildad, pero dejándole a Él ser el protagonista de cada momento.

Que tengáis todos un año nuevo lleno de la ilusión de cambiar cada día a mejor, por amor a Él, quien tocó la tierra para que nosotros pudiéramos tocar el cielo.

Dios os bendiga,

AyunoXti










04 marzo, 2019

Mensaje Cuaresma 2019 - AyunoXti

Este próximo 6 de marzo de 2019 empezaremos la Cuaresma.

Como todos los años os queremos invitar a aprovechar este tiempo no tanto como un tiempo de sacrificios y propósitos temporales, sino más bien como un tiempo de esfuerzo para incorporar nuevos hábitos que nos ayuden a poner nuestro corazón cada día más en el Señor.

Un buen cristiano e hijo de Dios no debe de entender la Cuaresma como un tiempo de sacrificio puntual, sino un momento de purificación especial en el que empieza a vivir con mayor fuerza y propósito, pero con la intención de proseguir. Así cada año seremos más santos y estaremos viviendo más y mejor el Cielo en la tierra.

Dios no necesita de nuestra aportación, somos nosotros quienes necesitamos "aportar" para ser más como él. Queremos seguir su camino y ése es un camino de cruz, cuya gloria está misteriosamente detrás del sufrimiento y la entrega por amor. Nuestra alegría está en el Señor y queremos vivir con él, y como él, cada momento, no cumplir con algo o durante un tiempo.

No nos quedemos con darle a Dios lo que la Iglesia nos propone como un mínimo. Porque quien estudia para aprobar, se arriesga a suspender, quien estudia para el 10, a veces no lo logrará. Dios quiere al estudiante que estudia todo lo posible por amor. Ese estudio da mucho fruto porque será el Señor quien complete siempre todo lo que falte. Es una matrícula de honor asegurada.

Así que aprovechemos este tiempo cuaresmal para iniciarnos al ayuno si no ayunamos, a mejorarlo si lo tenemos débil o a duplicarlo si es posible. Quien ayune un poco, que ayune más; quien ayune de forma irregular, que lo regularice; quien ayune un día, ayune también el viernes; quien ayune dos días, que ayune de lo que no es comida y que tanto nos sobra. Quien no pueda ayunar de comida que ayune de hablar, pues el silencio es nuestro segundo pan; quien ayune ya de palabras, que hable bien de aquello que más le cueste o aumente su oración.

Llevemos el bien donde hay maldad, silencio donde hay críticas, amor donde se están odiando. Pero mientras no nos duela, sigamos incrementando nuestra entrega a Dios en el ejemplo de su cruz. Como María, nuestra gran madre, al pie de la cruz e imitándole en la obediencia, el silencio, la entrega y la humildad. Así estaremos atentos y orantes, esperando el regreso de Nuestro Señor Jesús.

Seamos generosos ofreciendo nuestra vida y estemos unidos en el ayuno, en el rosario de los miércoles y en dar a conocer el poder de vivir para Cristo.

Que Dios os bendiga mucho y os conceda la alegría y la paz de vivir como él, identificándoos con su mismo Corazón, siempre abrazado por su Madre.

Que esta Cuaresma salgamos renovados a la Resurrección de la Pascua y seamos cada vez más hombres y mujeres pertenecientes al Espíritu de Dios, el mismo que nos trasformará al final de los tiempos y que ya pide paso para empezar esa transformación.

Paz y bien.

AyunoXti

PD. Os dejamos el enlace al mensaje del Papa Francisco para esta Pascua con un resumen muy sencillo de sus 15 puntos esenciales:


1. Saluda (siempre y en todo lugar).
2. Da las gracias (aunque no "debas" hacerlo).
3. Recuérdarle a los demás cuánto los amas.
4. Saluda con alegría a esas personas que ves a diario.
5. Escucha la historia del otro, sin prejuicios, con amor.
6. Detente para ayudar. Estate atento a quien te necesite.
7. Levántale los ánimos a alguien.
8. Celebra las cualidades o éxitos de otro.
9. Selecciona lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita.
10. Ayuda cuando se necesite para que otro descanse.
11. Corrige con amor, pero no callar por miedo.
12. Ten buenos detalles con los que están cerca de ti.
13. Limpia lo que usas en casa.
14. Ayuda a los demás a superar obstáculos.
15. Llama por teléfono a tus padres, si tienes la fortuna de tenerlos.

Y además:
  • Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas.
  • Ayuna de descontentos y llénate de gratitud.
  • Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia.
  • Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo.
  • Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios.
  • Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida.
  • Ayuna de presiones y llénate de oración.
  • Ayuna de tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón.
  • Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás.
  • Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación.
  • Ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros.