Mañana es
miércoles de cenizas y empieza uno de los momentos más importantes de
preparación para la Iglesia. En unas semanas volveremos a sumergirnos en el dolor de la
pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y en su Resurrección gloriosa. Para
llegar preparados, la Iglesia nos invita en estas próximas semanas a un tiempo cuaresmal en el que debemos tratar de esforzarnos más de lo
ordinario en hacer sacrificios agradables a Dios, sobre todo rezar más y con más autenticidad,
poniendo más corazón en lo que hacemos, aumentando los actos de caridad y,
sobre todo, de mortificación. Porque el que no muere a sí mismo, no da fruto
(Jn 12, 24-26). Seamos pues generosos en las obras que marcarán este tiempo
cuaresmal, con oración, ayunos y limosnas. Actos de amor secretos que sólo Dios
conozca, pero sobre todo que no sean una formalidad o un cumplir, sino expresión de un deseo de crecer en el amor a Dios,
para que él venga a nuestra vida, la renueve y la transforme con su presencia.
Mañana, miércoles de cenizas, será un día en el que cualquiera podrá dejarse marcar por esta intención de mejorar en el amor a Dios y al prójimo. El significado de las cenizas es él de recordarnos que somos pecadores y que al ofender a Dios, necesitamos de su perdón, que es un amor y una gracia totalmente inmerecida que Él nos acerca gratuitamente, pero que no ha sido gratis, pues la pagó con su sangre divina. También nos permite manifestar ante los demás nuestro arrepentimiento, pedir a la Iglesia que interceda por nosotros y por nuestra conversión. Nos ayuda a comprometernos públicamente al cambio, frente a los demás y frente a nosotros mismos, y debe de ser un signo de nuestra disposición a recibir el perdón de Dios.
Es un día de ayuno y abstinencia y que, al igual que el
Viernes Santo, a partir de los 14 años (y hasta los 59 años) el cristiano debe
abstenerse de comer carne (eso incluye también jugos en los que se haya cocido
la carne) y practicar ayuno (una sola comida fuerte al día y las otras dos muy
frugales). Es importante recordar que la Iglesia nos invita a que todos los
viernes del año sean días especialmente dedicados a la oración, la penitencia y
la meditación. Y que, si bien las Conferencias Episcopales de cada país pueden
determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así
como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo
por obras de caridad y prácticas de piedad, en tiempo de Cuaresma no se puede
dispensar de la abstinencia ni del ayuno el miércoles de ceniza y el Viernes
Santo, ni de la abstinencia de los viernes de Cuaresma (Cfr. CDC 1249-1253).
Sin embargo, aunque la Iglesia dictamine este ayuno para la
Cuaresma, desde AyunoXti vivimos ayunos semanales incluso más estrictos,
siguiendo el insistente mensaje de la Virgen desde hace más de 200 años de
practicar más ayuno y penitencia. Por este motivo os invitamos a intensificar
nuestro ofrecimiento cada uno en la medida que pueda y considere oportuno,
consultándolo con el director espiritual si es preciso. Que se vea en el cielo,
que amamos a Dios y a María y que suplicamos con fuerza su intervención divina
para nuestra conversión y la de todos los que viven lejos del amor de Dios, así
como reparar el mal que genera un mundo cada vez más enfrentado a Dios.
Así que, al margen del ayuno a pan y agua de los miércoles,
tratemos de añadir alguno más, como una renuncia a algún alimento, a algo
innecesario (café, cigarrillos, caramelos, chocolate, donuts, el azúcar o la
sal, etc.) o que no es propiamente bueno (uso de redes sociales, tiempo en
lecturas superficiales, criticas a los demás, exceso de ocio, etc.).
Finalmente, recordar que uno de los motivos por los que se
empieza la cuaresma un miércoles es porque, para cumplir con los 40 días de Cuaresma,
es preciso sustituir los 4 días de los 4 domingos, a los que no se les puede
aplicar la mortificación de la Cuaresma por ser días del Señor dedicados a la
gloria y la alegría, por lo que, en lugar de empezar un domingo, se empieza un
miércoles, añadiendo los 4 días del miércoles de cenizas hasta el sábado.
Que en esta Cuaresma 2023 seamos generosos y estemos motivados a crecer espiritualmente partiendo de la muerte a nosotros mismos con sacrificios destinados a atraer la gracia de Dios en nosotros y darnos vida espiritual.