Mostrando entradas con la etiqueta Peticiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Peticiones. Mostrar todas las entradas

30 septiembre, 2022

¿Necesitas que alguien te ayude a pedirle al cielo una gracia?

Si quieres que la comunidad de AyunoXti te acompañe en esa intención, escríbenos y cuéntanos tu petición. Rezaremos y ayunaremos cada miércoles de un mes entero para que tu voz llegue al cielo y pueda ser escuchada.

Deja tu petición aquí: 

https://www.ayunoporti.es/peticiones

01 febrero, 2020

Circular sobre las peticiones

Estimados ayunadores y amigos de AyunoXti,


     Con esta excepcional circular, nos gustaría matizar algunos aspectos acerca de las peticiones.
Las peticiones son atendidas en orden de llegada por medio del formulario y son clasificadas por prioridad. Es muy frecuente encontrar peticiones que no están bien formuladas o que se repiten cada mes.
En cuanto a lo primero, hay que decir que AyunoXti está dirigido a esas peticiones de especial complejidad, en la que ya no podemos hacer mucho más que rezar, ayunar y abandonarnos a la Providencia o a la voluntad del Señor. Es muy difícil juzgar las peticiones en general, por lo que os pedimos que sean muy concretas y claras, y que no sean preocupaciones generales de carácter ordinario (ej. “Por Pepe y su trabajo”, “por la salud de Laura” o “por mis intenciones”). La adolescencia, el matrimonio, el trabajo, los estudios, etc. son realidades que van siempre acompañadas de muchas dificultades que entran en lo propio de cada realidad. En estos casos hay que rezar, dejarse aconsejar, formarse bien, y sobre todo buscar la voluntad de Dios por encima de la nuestra, que se dirige normalmente a rehuir de los problemas o las dificultades.
Es legítimo pedir a Dios que nos quite una cruz (lo hizo incluso nuestro Señor en el huerto de Getsemaní), pero no exigírselo, puesto que de lo contrario no estaríamos mostrando nuestra disposición a cumplir primeramente Su voluntad. A veces nos empeñamos en pedirle a Dios lo que queremos y nos olvidamos de buscar lo que él nos tiene preparado, de modo que al final perdemos las dos cosas.

En segundo lugar, cada mes podemos tener presente en nuestro ayuno unas cuantas intenciones, pero no podemos proponer 50 peticiones, pues no tendríamos a ninguna realmente en el corazón durante el ayuno y la oración de cada miércoles. Por eso es importante no pedir oraciones repetidamente y tener paciencia a que podamos ponerlas en oración. Elegir las peticiones es una tarea sumamente delicada y desechar alguna es más complicado aún. Esperamos que se entienda.

También recordar que revisamos el correo cuando preparamos el siguiente mes por lo que a veces podemos tardar un poco en contestar, pero lo haremos.

Finalmente, decir que cuando tenemos una petición importante en nuestras intenciones el ayuno y la oración nuestra es la más importante. Pedirnos ayunar a los ayunadores de AyunoXti cuando los interesados no quieren poner lo suyo, es algo que no entra en la pedagogía de Dios. Podremos rezar todo el año, pero cada dolor, cada dificultad, es siempre una prueba también, un peldaño de la cruz de Cristo que debemos subir, una ocasión de mostrar nuestra fe o de fortalecerla. Muchísimas veces Dios se aprovechas de nuestros sufrimientos para que nos encontremos mejor con él. Por otro lado hay peticiones que tienen que ver con la libertad de otros. Son las más difíciles incluso para Dios ya que Él mismo no puede violentar la libertad de los demás que deciden ir por caminos equivocados. Ante el rechazo de alguien, debemos considerar la posibilidad de que esa situación se mantenga. Nuestro amor y ofrecimiento puede llegar conseguir mucho si es puro, pero a veces nos debemos a un dolor que será nuestra cruz hasta el final. Por poner un ejemplo, una esposa que pierde a su esposo porque decide irse con otra mujer, es un dolor muy grande y para nosotros es una prioridad enorme. Pero ni siquiera Dios puede violentar a alguien para que se decida por el amor. A veces es cuestión de aceptar la cruz y conseguir el descanso e incluso la felicidad en esa aceptación y no tanto en que el sufrimiento sea milagrosamente eliminado.
Es una tema complejo lleno de misterio, cierto. Sabemos que Dios es todopoderoso y por eso pedimos los milagros. Sin embargo, a veces hay que saber cuándo una cruz no nos la encontramos sin más, sino que nos la ofrece el Señor para mostrarnos su amor a través de ella. Puede ser una enfermedad nuestra o de otro, una soledad, el rechazo de alguien amado…
Seamos testigos de la alegría del Señor y de su promesa de vida eterna, sin dejarnos vencer por el miedo, el dolor o las dificultades. Que sepamos siempre permanecer al pie de la cruz junto a María, con esperanza, firmeza y con alegría a pesar del dolor.

Que el Señor y la Santísima Virgen María os bendiga a todos.

Paz y bien,

AyunoXti

23 febrero, 2017

LA DEMORA DE DIOS NO ES UNA NEGATIVA

Dios responde siempre, pero no cómo queremos, ni cuándo queremos, pero su manera es siempre buena y siempre la mejor.

Esa espera es un regalo, es un canto a la esperanza. Prepara a los demás para que la vean en ti como una clara obra de Dios, prepara tu corazón para acoger la respuesta. Espera el momento adecuado para que luego no se marchite la aceptación, sino que como semilla caída en tierra buena, dé fruto y fruto en abundancia.

Esa demora aumenta tu deseo convirtiendo tu corazón en un corazón esperanzado, deseoso y convencido en su petición. Ensancha la capacidad de amar porque le ayuda a enfocar sólo lo realmente necesario, depurando y aquilatando sus deseos inútiles y sus impurezas.

Esa espera quiere enseñarte algo, quiere que aprendas a estar alegre en la espera y confiado en la actitud. Pueden pasar años hasta que sepas porqué, pero la oscuridad más densa es justo antes del amanecer, y la mayor desesperación ocurre justo antes de la Salvación!

La vida parece larga, pero no es sino un suspiro antes de la eternidad. Confía en el Señor, ten ánimo, se valiente y espera. Todo se te mostrará en su valor y su sentido. Y sabrás que todo era para mayor bien tuyo y mayor Gloria de Dios.

Unidos en Jesús y María.

Paz y bien

AyunoXti
www.ayunoporti.es


11 julio, 2016

Circular para quienes hayan realizado peticiones antes del 11 de Julio de 2016

Muy queridos todos,

Gracias a todos por apoyaros en AyunoXti y hacernos llegar vuestras peticiones. 

A muchas de vuestras peticiones hemos ido contestando unas palabras por diferentes razones. No hemos podido contestar a todos porque hemos recibido muchísimas peticiones y hemos tenido que discernir el modo más adecuado de atender todas las peticiones de la mejor forma posible. De atender las peticiones como siempre, una por cada miércoles, nos retrasaríamos dos años por lo menos en atenderlas, así que hemos pensado en reorganizar el criterio de aplicación de las peticiones.

Al ser un grupo de un centenar de ayunadores y al estar en continuo crecimiento ya podemos asumir varias peticiones a la vez. Tras evaluar cientos de peticiones hemos decidido fijar una intención general que será por el Papa y todos los sacerdotes, especialmente los obispos y los más necesitados, y la paz en el mundo, que está cada vez más en peligro y por la que muchos habéis pedido. Luego iremos agrupando las peticiones en función de categorías. Muchos habéis pedido la conversión de familiares, por problemas de salud, por matrimonios en peligro, por dependencias varias (drogas y alcohol sobre todo) y problemas de trabajo. Pues iremos rezando por las intenciones parecidas pero siempre teniendo presente vuestros casos particulares. Finalmente, si es preciso, destacaremos una que tenga alguna característica más urgente (aunque es una tarea muy delicada que esperamos hacer con la ayuda del Espíritu Santo).

Algunas peticiones para conseguir dinero, éxito empresarial u otras muy vagas que no dejan a entender qué se pide (como "sueños personales", una "gran ilusión", etc.), no podemos atenderlas porque sin ser malas en sí, no suelen ser caminos que Dios suela proponer. Más bien el Señor suele invitarnos a caminar en el desprendimiento de nosotros mismos, del éxito en este mundo, de las riquezas materiales, de los apoyos de este mundo (desde la ciencia y la tecnología, a ideologías varias como la ideología de género) y nos invita a vivir una pobreza que es necesaria para descubrirlo en lo sencillo, lo invisible y cotidiano de cada día, en las relaciones personales cercanas (hijos, vecinos, esposos, etc.) en su Iglesia. El Señor nos pide tener la mirada puesta en el cielo, en lo espiritual, en el abandono a su amor, entregándole nuestras preocupaciones y miedos. Para Él nada es imposible, pero quiere que se lo pidamos con fe, que mantengamos sólo en Él nuestra esperanza y que perseveremos en esperarlo todo de Él, aunque no pueda atender nuestras peticiones como nosotros queremos. El peligro, en definitiva, es pedirle a Dios que encaje en nuestros planes y expectativas y no abandonarnos nosotros a sus planes. ¿Pero no sabe más Él que nosotros? ¿No nos ha demostrado ya con abundancia su amor y preocupación por nosotros?

Así que pidamos sobre todo ayuda para llevar la cruz, fuerzas para permanecer con fe, gracia para convertirnos cada día más. Si pedimos esto, el resto nos lo dará por añadidura. Muchos problemas que nos han llegado son "pruebas" o "cruces" de amor de las que emana salvación para muchas personas, pues el sufrimiento no es inútil, el ofrecimiento no es vano. Cuando es por amor, Dios lo eleva a acto "corredentor" que nos une a su pasión. Por eso dijo San Pablo con esperanza y alegría "completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo" (Col 1, 24), porque no se trata sólo de creer en Cristo, sino de amarle, incluso padeciendo por Él (Flp 1, 29). El cristiano enamorado de Dios tiene una vocación a sufrir en comunión con el Señor y a beneficio de la comunidad eclesial (cfr. LG 8).

Que nuestras peticiones sean por lo tanto signo de nuestra fe en el amor de Dios y un modo de alcanzar su corazón desde la súplica filial, pero sobre todo para aprender a entrar en el misterio del sufrimiento por amor. Todos los ayunadores nos unimos en este ofrecimiento personal por las intenciones de cada uno de vosotros para que sepáis que no estáis solos. La Iglesia está con nosotros y en ella estamos con Cristo. Somos Iglesia. Esta vida pasa rápidamente y no sabemos cuánto tiempo tenemos. No se trata de tener salud y vivir más o mejor, ni de evitar el dolor o la incomodidad, sino de trabajar en el amor para vivir y morir santamente, porque estamos hechos para el cielo.

Algunos nos habéis mandado peticiones de gran envergadura. Son los casos que hemos tratado de contestar ya personalmente, pero nos parece bien resumir unas indicaciones útiles para todos.

Ni es prescindible en esos casos el ayuno, ni se puede contemplar el ayuno como única solución (menos que menos el de un sólo miércoles). Para favorecer al máximo que Dios nos escuche y el éxito de nuestro ofrecimiento es imprescindible tratar de llevar una vida los más santa posible. ¿Qué significa esto? Lo más importante lo podemos resumir en:

- Vivir con sinceridad, respeto y devoción los sacramentos, especialmente la eucaristía (lo más frecuente posible) y la confesión;
- Rezar el rosario todos los días (aunque esto implique renunciar a deporte, ocio, TV, o comodidades varias);
Rezar de corazón varias veces al día al Señor tratando de tener un diálogo continuo con él, que está vivo y atento a lo que le decimos;
- Buscar un director espiritual que sea de oración y nos pueda ayudar en el discernimiento;
Abandonar el deseo de encajar en el mundo, en su deseo de éxito material y reconocimiento, abrazando una vida sencilla y humilde;
Poner al centro de nuestro día al Señor confiando en Él, no en nuestro planes, es decir, buscar su voluntad en todo momento;

Pero también es importante buscar la pureza (en el cuerpo, la mirada y en el lenguaje), vivir en la verdad rechazando TODA mentira, no criticar ni murmurear o cotillear (aunque creamos tener razón), hacer un ofrecimiento a Dios por la mañana y rezarle antes de comer, dormir, bendecir y nunca maldecir, pero sobre todo acordarse de la Virgen María como una madre que siempre nos cuida y por la que podremos recibir todas las gracias de Dios. A ella nos encomendamos y le pedimos auxilio en nuestra comunidad de oración y ayuno.

Un saludo en el Señor y que Dios os bendiga

AyunoXti